Carmencita nos sumerge en el retrato íntimo de una familia,
despojándola de su idealización como lugar seguro y feliz. Atestiguamos
la creciente comprensión que la protagonista tiene de la violencia y la
desidia de un entorno que ignora las señales del abuso, incluso cuando
estas son visibles en los cuerpos de las niñas que lo padecen.
Esta novela describe la fuerza, el amor y la protección que se genera
a partir de los lazos de hermandad entre adolescentes. Su historia
revela cómo tres hermanas comienzan a delinear su sexualidad, sus
creencias e ideologías y, por sobre todo, aquello que son capaces de
hacer para defenderse a sí mismas y a quienes aman.